La importancia del Censo de 2020 para mí
por Raúl Alegría
A partir de 1790, cada diez años los Estados Unidos de América tienen que censar a todos sus habitantes. Como lo estipula la Constitución de este país, el censo cuenta a todos los habitantes y sus familias y reúne otra información estadística.
¿Por qué creo que es importante que el Censo de los Estados Unidos cuente a todos sus habitantes?
En el evangelio de Marcos, Jesús resumió los principales mandamientos. El segundo de estos mandamientos –«Amarás a tu prójimo como a ti mismo» (Marcos 12:31)– nos remite a la moble visión de nuestros Fundadores de que esta nación se preocupe por el bienestar de todos sus habitantes.
Algunas personas no confían en que el Censo de los Estados Unidos proteja debidamente la información que se les pide que compartan. El mandato del Censo es recoger y compilar información basándose en las preguntas que se le hacen a toda la población del país. En el Censo de 2020 no habrá ninguna pregunta o preguntas sobre ciudadanía.
Los resultados del Censo de 2020 servirán como base para la redistribución de bancas en el Congreso, el ajuste de límites demográficos de los distritos electorales tal como lo apruebe cada estado y la distribución de fondos federales para programas públicos vitales en los estados, los condados y las comunidades de este país. Estos programas vitales tienen que ver con vivienda, educación, transporte, empleo y cuidado médico y hospitalario. El hecho de responder o no a las preguntas del Censo impacta estos y otros programas y tiene consecuencias para cada persona en este país. El Censo de 2020 se llevará a cabo mediante formas impresas, por teléfono y en línea (a través del internet). Si usted tiene dudas en cuanto a la seguridad de responder a las preguntas del Censo en línea, consulte con su pastor o pastora sobre la posibilidad de usar un medio en línea seguro a través de su iglesia local.
Como creyente, les encomiendo a todos los creyentes de este país, sin distinción de iglesia o denominación, que participen en el Censo de los Estados Unidos de América de 2020. Dios siempre nos llama a cada uno de nosotros a interesarnos y preocuparnos mutuamente para que todos podamos vivir vidas abundantes en la gracia de Dios.
«¡Órale»! ¡Adelante con Dios! ¡Bendiciones, siempre!.
